"¿Se imaginan un mundo de gente amable, simpática, eficiente, dispuesta, diligente, estilosa y capaz? Demasiado bonito como para pensar en lograrlo a corto plazo. Porque de momento, lo que vemos en cantidad de altos y pequeños cargos es mucha impaciencia, ordinariez, mucho tratar a los demás a patadas (clientes incluidos) y escasa amabilidad; y mucha arrogancia en los que están arriba, o creen estar arriba. Con excepciones, bastantes excepciones, afortunadamente.
Por eso esas excepciones nos caen tan bien, porque respiramos con alivio cuando topamos con ua persona que sonríe, que pide permiso para fumar, que escucha, que propone soluciones y, sobre todo, que no mira el reloj y da a entender que tiene para ti tdo el tiempo del mundo.
... Y por eso también es gratificante ver que llegan los taxistas que nos ofrecen caramelos, el ejecutivo que te dedica su sonrisa y su tiempo, o la secretaria que te atiende con amabilidad y aunque no te pase con el jefe, te asegura que te llamará cuando regrese. Y luego te llama, poque también el jefe anda metido en esa nueva historia de conseguir que el mundo sea más agradable.
Demasiado bonito para ser cierto, pero ¿por qué no empezar ahora mismo, cada uno de nosotros, con todos los que nos rodean?"
Fragmento del artículo Gente encantadora, escrito por Pilar Cernuda
Lugar: Muskiz, Vizcaya, 2009
Autor foto: Ricardo Baticón